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Viaje a Roma V, iglesias y la Basílica de San Pedro   Leave a comment

Basílica de San Pedro al atardecer, desde los pies del obelisco en la plaza

Basílica de San Pedro al atardecer, desde los pies del obelisco en la Plaza de San Pedro. Se puede ver que era el final del día no solo por la luz, sino por mi cara de derrotado... ¡¡Basta, suficiente por hoy!!

Para terminar con Roma y sin ser demasiado pesado (si es que no lo soy ya), voy a hablar de la Basílica de San Pedro, la cuna del Cristianismo y donde vive el Papa, y de otras basílicas e iglesias de Roma, que abundan y que enriquecen mucho la visita a la ciudad. Antes de visitar la Iglesia del Papa, me pasé por otras muchas, como la Iglesia de S. Giovanni in Laterano, Gesú, S. Agnese in Agone en la Plaza Navona, la preciosa Santa María del Popolo con sus obras maestras, la desconocida S. Maria sopra Minerva, Trinitá dei Monti o S. Maria d’Aracoeli, entre algunas otras que seguro que me dejo. No voy a hablar de todas ellas, cada una tiene un encanto diferente, algunas guardan maravillosas obras de arte y alguna que otra no vale nada, pero bueno, es inevitable entrar en muchas ya que hay decenas, son muy hermosas por fuera y te las vas encontrando por el camino.

Interior de Gesú, una de las iglesias más bonitas de Roma

Interior de Gesú, una de las iglesias más bonitas de Roma

En una visita a Roma es difícil olvidar el Vaticano, sus museos, la Capilla Sixtina y como no la Basílica de San Pedro, de entrada gratuita, como todas las iglesias de Roma. Lo primero que impresiona de este edificio es su entorno, con la enorme Plaza de San Pedro a sus pies y una escalinata que te lleva hasta la entrada. Desde la plaza merece la pena disfrutar de la panorámica que ofrece la basílica y las esculturas creadas por Bernini en torno a casi toda la plaza. Es una imagen preciosa tanto de día como de noche, ya que la fachada de la basílica, sin ser recargada, tiene gran cantidad de detalles.

Una vez dentro impresiona el descomunal tamaño de todo. Se trata del edificio eclesiástico más grande del mundo, seguida de lejos por la Catedral de Sevilla. En la Basílica de San Pedro todo es enorme: los pilares, la nave, las esculturas, las capillas… todo esta hecho a escala de gigantes. Este hecho, curiosamente, hace que la impresión creada sea de que no es realmente tan alta ni tan voluminosa, pero en realidad el interior es inmenso.

No se trata de una iglesia especialmente recargada en contraste con las que he visitado reciéntemente en Malta. La Basílica de San Pedro es de una riqueza incalculable tanto en arte como en el oro y riquezas que hay allí. Es un lugar muy agradable para pasear, la temperatura es fresca a pesar de que el sol abrase en el exterior, se pueden hacer fotos sin problemas, hablar no parece un problema como en otras iglesias… en fin, que se trata más bien de una atracción turística muy destacada.

Interior de la Basílica de San Pedro

Interior de la Basílica de San Pedro, no, no es un fotomontaje, es que la gente iba corriendo para verlo todo rápido... ¡corre, corre!

De todo lo que allí se puede ver o hacer, lo que más me impresionó y gustó fue subir hasta la cúpula (no gratuito) y poder observar desde allí tanto el interior de la basílica como el exterior. Es la cúpula más grande y alta del mundo, y eso se nota cuando subes los cientos de escalones que hay y te asomas al interior de la nave, la sensación es de vértigo: se ve el suelo a cientos de metros, las personas minúsculas y las esculturas y mosaicos del alrededor te impresionan por su increíble tamaño, que ahora se comprueba de cerca.

Tras la vista al interior se puede seguir haciendo ejercicio y subir hasta lo más alto de la cúpula por un complicado pero sorprendente sistema de escaleras que están tumbadas para salvar la curva de la cúpula. Arriba hay una terraza circular que puede acoger a varias decenas de personas. Desde allí se pueden contemplar las que son sin duda las mejores vistas de Roma, con la Vía de la Consolazione tras la Plaza de San pedro y el resto de la ciudad que se extiende por todos lados. No aconsejable para asustadizos, es, en mi opinión, lo mejor de la iglesia.

Interior de la Basílica desde la cúpula

Interior de la Basílica desde la cúpula, si temes a las alturas, mejor te quedas abajo...

La visita a la Basílica de San Pedro y la Ciudad del Vaticano en general te hace pensar muchas cosas, como por ejemplo cuánto tiempo, personas y dinero se sacrificaron en la construcción de todo aquello; si puede, de alguna manera, estar justificado; cómo el Cristianismo, que apareció mucho después de la creación de imperios y civilizaciones como la egipcia, la babilonia, la griega o la romana, logró tanto poder para regir el transcurso de la historia durante los últimos 15 siglos… Para un creyente todo es fácilmente explicable, para uno que no lo es… pues es muchas cosas menos normal, y por el momento y modificando una famosa frase de un concurso de la tele: hasta aquí voy a decir.

Desde el exterior de la cúpula, después de subir muchos cientos de escaleras, se disfruta de la panorámica más increible de Roma

Desde el exterior de la cúpula, después de subir muchos cientos de escaleras, se disfruta de la imagen más hermosa, y por supuesto también de toda la ciudad de Roma

Gracias a todos los que habéis decidido leer un poco sobre mi experiencia en la ciudad de Roma.

Publicado junio 10, 2009 por D.Ferrer en Holanda

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Mil formas de disfrutar Roma   Leave a comment

Roma es una ciudad que invita a disfrutarla de diferentes maneras, no solo a visitar sus muchos monumentos y lugares de interés, sino también a pasear por sus calles menos conocidas y recorrer las grandes avenidas que un día fueron el eje de comunicación del Imperio Romano. Podría decirse que es una ciudad típica del sur de Europa, con mucha gente siempre en sus calles, muchos coches, motos y autobuses, con la sensación de ser un caos total que, sin embargo, funciona a las mil maravillas.

Comienza el día en el autobús turístico

Comienza el día en el autobús turístico

Es fácil moverse dentro de la ciudad de Roma, ya sea caminando (gran parte del centro es peatonal, sobre todo las plazas), en metro del que existen dos líneas que unen el norte con el sur de la ciudad de diferentes formas, aunque en la zona turística no es posible moverse con este medio, es mejor hacerlo con autobús o a pie. El metro es, por otro lado, rápido, limpio y barato (un euro por un ticket con validez por una hora y cuarto que se puede combinar con el autobús y con el tren de cercanías que llega hasta Ostia y la playa del Lido). También es posible moverse en taxi, medio algo más caro pero tampoco excesivamente (funcionan con taxímetros normales). El autobús es el transporte más adecuado, en mi opinión, ya que existen líneas regulares que unen toda la ciudad, es bastante rápido y, aunque no esté bonito decirlo, «gratuito», ya que el conductor no tiene nada que ver con la venta de tickets y sólo algunas personas lo compran y pasan por la máquina que existen en cada autobús.

La Boca de la Verdad es una de las atracciones que se puede visitar con el autobús turístico

La Boca de la Verdad es una de las atracciones que se puede visitar con el autobús turístico

Moverse en vehículo propio es posible también aunque me parece la peor opción: hay poca zona de aparcamiento y el tráfico es, aunque fluido la mayoría del tiempo, muy loco, lo que te hace pensar más en una carrera que en estar conduciendo por una ciudad. Hay que tener los 5 sentidos puestos en la conducción y ser muy decidido y avispado al volante. La sensación es que el «más pillo» siempre pasa delante, así que hay que andar despierto. Por otro lado, a pesar del volumen de tráfico hay pocos semáforos y los coches, generalmente, no se paran en los pasos de peatones salvo cuando no les queda otro remedio, lo que significa que los peatones tienen que jugársela para cruzar ciertas calles o avenidas y lanzarse en muchas ocasiones si es que quieren cruzar… así me pareció que funciona el tráfico en Roma, un sistema de lo más caótico pero a la vez de lo más efectivo dadas las circunstancias.

De vez en cuando está bien hacer una pausa para un heladito...

De vez en cuando está bien hacer una pausa para un heladito...

Además, al ser una ciudad tremendamente antigua hay muchas calles pequeñas. Esto, unido al buen tiempo, hace que la gente haya elegido la motocicleta (en especial la vespa) para moverse por la ciudad. Hay miles de ellas, incluso más que coches. Es curioso también la gran variedad y número de coches «pequeños» tipo Smart que hay en Roma, en ningún otro lugar he visto tantos coches de este tipo, calles enteras con estos «cochecitos» aparcados a los lados, es, como digo, curioso y sorprendente.

Una buena forma para conocer Roma es el autobús turístico, o así lo creo yo. Nosotros elegimos este medio durante un día completo (nos 20 euros por persona), y disfrutamos Roma de una forma diferente, desde una altura privilegiada (son estos autobuses de dos plantas abiertos por arriba) que te permite contemplar las calles, la gente, los monumentos y los edificios de manera especial. Además, esta posibilidad te permite moverte rápidamente de monumento a monumento, bajarte en el que te apetezca y seguir la ruta de puntos de interés durante 24 horas.

¿Una pirámide en Roma? Pues sí, se trata de una tumba de un ciudadano romano construida bajo una impresionante pirámide egipcia

¿Una pirámide en Roma? Pues sí, se trata de una tumba de un ciudadano romano construida bajo una impresionante pirámide egipcia

Viaje a Roma IV: Piazzas y El Panteón   1 comment

El Panteón, en la Piazza de la Rotonda

El Panteón, en la Piazza de la Rotonda

Si de algo presume Roma además del Coliseo y el Vaticano, es de sus sus plazas, encantadoras cada una de ellas y abarrotadas durante todo el día y parte de la noche. Roma es la ciudad de las plazas, de las fuentes y de los paseos. Si resulta agradable recorrerlas a plena luz del sol, aún es más impresionante hacerlo de noche, con la iluminación nocturna y los restaurantes y heladerías llenos.

Piazza Navona y la Fontana dei Fiumi

Piazza Navona y la Fontana dei Fiumi

Plaza de Venecia y el monumento al unificador del país

Plaza de Venecia y el monumento al unificador del país

La vida del centro de Roma gira en torno a las plazas, que son muchas, pero yo destaco por encima de todas cuatro: La Piazza Navona, la Piazza de la Fontanna di Trevi, la Piazza de San Pedro y la Piazza de la Rotonda.

La Fontana di Trevi

La Fontana di Trevi

Cada una de ellas me parece especial por una cosa diferente, son lugares donde no me ha importado sentarme a disfrutar del ir y venir de la gente sin darle importancia al tiempo, ya fuese en una terraza cenando o en los mismos escalones de las muchas fuentes de Roma. Otras plazas impresionantes, pero que a mí me lo parecieron menos, son, por supuesto,  la Piazza de Spagna por su fama, su escalinata llena de turistas a todas horas y por su significado dentro de la ciudad; la Plaza del Pueblo o Piazza del Popolo, la Piazza del Campidoglio por su situación, la Piazza Venecia, donde está el impresionante monumento a Victor Emmanuel II además de diversos palacios, la Piazza Colonna con su impresionante columna tallada, la aniamada Piazza di S. María in Trastevere, con decenas de restaurantes y siempre mucha actividad, así como la Piazza Campo de Fiori y la Piazza de Minerva donde se puede observar un precioso obelisco «sentado» a lomos de un elefante de mármol.

La Famosa Plaza de España y la escalinata española o Spanish Steps

La Famosa Plaza de España y la escalinata española o Spanish Steps

Pero son sin duda las cuatro primeras las que más me han impresionado y de donde más recuerdos tengo. La Plaza Navona, por ejemplo, me encantó por su forma y por las tres fuentes que alberga, sobre todo la Fontana dei Fiumi, tallada por Bernini, que es sencillamente inigualable tanto de día como de noche. Por otro lado la Piazza de la Fontana di Trevi, siempre abarrotada de turistas, me llamó mucho la atención por la enorme Fontana di Trevi, también preciosa y seguramente el monumento más fotografiado, junto con el Coliseo, de toda Roma. La Piazza de San Pedro es enorme y muy hermosa, además, allí se encuentra la Basílica de San Pedro, todo creando un conjunto inigualable, sobrecogedor de día, pero sobre todo de noche.

Cúpula del Panteón

Cúpula del Panteón

Por último está la Piazza de la Rotonda, más pequeña y con una fuente menos llamativa, en este caso con un obelisco en el centro, que destaco por acoger al monumento de más valor histórico de la ciudad: El Panteón. Este templo, que no iglesia por mucho que se la haya puesto otro nombre, es un lugar inolvidable, que impresiona muchísimo desde fuera por su tamaño, su antiguedad y por el lugar que ocupa en el mismo corazón de Roma, y que también impresiona por dentro, gracias a su cúpula abierta en el centro y su peculiar forma circular. Merece mucho la pena dedicar algunas horas a sentarse en el exterior a contemplar las columnas, a disfrutar de su pórtico. Es un lugar con la capacidad de trasladarte a otro tiempo y, aunque muy descuidado y sucio en su exterior, donde apenas queda la estructura que un día estaba recubierta de mármol, el Panteón es el monumento más importante, junto con el Coliseo, de toda Roma.

En fin, que son muchos los lugares que merece la pena visitar en Roma, pero sin duda sus plazas son el mejor escenario para hacer turismo, para cenar con tu pareja o amigos o simplemente para ver pasar el tiempo, ya sea paseando o contemplando alguna de las muchas maravillas de esta ciudad.

Impresionante vista de la Plaza de San Pedro desde la cúpula de la Basílica

Impresionante vista de la Plaza de San Pedro desde la cúpula de la Basílica

Fontana dei Trevi de noche

Fontana dei Trevi de noche

Piazza del Popolo

Piazza del Popolo

Plaza de Minerva, con el obelisco a lomos de un elefante

Plaza de Minerva, con el obelisco a lomos de un elefante, al fondo, el Panteón

Viaje a Roma II: El Coliseo y el Arco de Constantino   Leave a comment

Primer día en Roma y no podía comenzar de otra forma que visitando el Coliseo, la única de las 7 nuevas maravillas del mundo que está en Europa y sin duda lo más impresionante, en mi opinión, de la ciudad eterna. El Coliseo es una fantástica construcción que data del siglo I después de Cristo, un fantástico lugar que ha visto pasar los años a su alrededor y que ha sido practicamente destrozado en los siglos venideros.

Interior del Coliseo

Interior del Coliseo

Queda poco de lo que fuera el Coliseo allá en los tiempos del imperio romano, ya que fue saqueado en diversas ocasiones y sus piedras utilizadas para otros menesteres. Aun así, la visión de este gigante es impresionante, sobrecogedora. Llegamos al Coliseo en metro, ya que tiene una estación justo al lado. Era domingo, por lo que la Vía del Foro Imperial estaba cortada al tráfico, lo que hace aún más agradable el paseo en torno al Coliseo. Dejamos las fotos del exterior para más tarde porque queríamos esperar poco tiempo en las colas, así que allá que fuimos, a entrar en el escenario de miles de muertes, tanto de animales como de gladiadores y esclavos.

El interior del Coliseo es sorprendente pero cuesta, dado su estado, imaginarlo completamente construido, con las gradas compuestas y dando cabida a más de 50.000 personas. Se puede recorrer practicamente todo y hay notas informativas en italiano e inglés en cada esquina. Puedes entretenerte horas en este coloso y sin duda invita a la fotografía y a la contemplación. Pero creo que es mucho más impresionante por fuera.

Vista de la arena del Coliseo

Vista de la arena del Coliseo

Tras el Coliseo también contemplamos el fantástico Arco de Constantino, cuyo estado de conservación es magnífico. El lugar, entre el Foro Romano, el Coliseo y lo que fuera la casa del Emperador Nerón, es increíble, cargado de historia, un escenario que sobrecoge y te traslada a otro tiempo en el que la vida de un hombre no valía más que la de una bestia.

El Arco de Constantino desde una terraza del Coliseo

El Arco de Constantino desde una terraza del Coliseo

Viaje a Roma I   Leave a comment

Uno de los símbolos de la civilización en occidente, el Coliseo, la única de las 7 maravillas del mundo antiguo que se encuentra en Europa

Uno de los símbolos de la civilización en occidente, el Coliseo, la única de las nuevas 7 maravillas del mundo que se encuentra en Europa

Llegaron las vacaciones y por fin el viaje a Roma, la ciudad eterna. Un viaje increíble a un lugar impresionante, una ciudad en la que es posible encontrar obras de arte en cualquier esquina, monumentos con más de 2000 años de historia en sus plazas y por supuesto El Vaticano, con sus museos interminables y con la inmensa Basílica de San Pedro, una de las muchas maravillas de Roma

Fontana di Trevi

Fontana di Trevi

Han sido 6 días inolvidables, con muchas fotos, mucho andar pero sobre todo mucho disfrutar. La idea inicial era ser selectivo, disfrutar de las vacaciones de una forma tranquila y al mismo tiempo visitar los lugares más importantes. Roma tiene tanto que ver, tantos lugares que visitar, que pensaba que no iba a tener suficiente tiempo para todo. Seguramente han quedado muchos lugares que merecen la pena visitar, pero la verdad es que prácticamente hemos visitado todo lo más importante. Han sido tantas cosas que es imposible describirlas en una sola entrada del blog, así que voy a contar poco a poco y día a día.

En cuanto a lo que más me ha gustado de Roma, destacaría el Coliseo y el Panteón, ambos increíbles. Pero también me encantaron las muchas plazas con obras de arte y los obeliscos egipcios: la Piazza Navona y la Piazza di Trevi, con sus inmensas fuentes, son ambas fascinantes. Por otro lado, en el lado negativo hay que decir que la comida me ha decpcionado mucho, ya que esperaba mejor calidad, aunque es una ciudad hecha a medida del turista y eso, por desgracia en muchos casos, es sinónimo de poca calidad, poca cantidad, mal servicio y precios abusivos.

Nunca viviría en Roma, me parece una ciudad demasiado estresante, con demasiados turistas, una locura en sus medios de transportes, en el tráfico, en todo lo que rodea al centro, donde está el turismo. Es una ciudad en la que no me sentiría feliz viviendo, tan solo estaría a gusto unos días. Eso sí, sin duda pienso volver, y espero que pronto.

La loba alimentando a Rómulo y Remo, símbolo de Roma, en el Museo Capitolino

La loba alimentando a Rómulo y Remo, símbolo de Roma, en el Museo Capitolino

Publicado May 24, 2009 por D.Ferrer en Viaje a Roma

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