Archivo para agosto 2011

Una boda japonesa   Leave a comment

Probablemente poco de japonesa tuvo la boda. Esta boda fue una mezcla entre lo tradicional y lo novedoso. Con mucha influencia norteamericana pero con muchos toques japoneses. Aquí os dejo algunas fotos en recuerdo de esta boda en Kamakura, al sur de Tokyo, donde dos buenos amigos se casaron y que fue la motivación principal para este viaje inolvidable.

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Publicado agosto 18, 2011 por D.Ferrer en Japón

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De turismo en Tokyo   Leave a comment

Templo y pagoda en Asakusa, esta pagoda es la segunda más alta de Japón y uno de los símbolos del país

Templo y pagoda en Asakusa, esta pagoda es la segunda más alta de Japón y uno de los símbolos del país

Tokyo es una ciudad enorme y como tal tiene cientos de lugares que visitar. La ciudad se divide en distintas zonas que son a su vez centros de ocio. En cada zona se pueden visitar distintas cosas, en algunas predominan los templos, que hay cientos por toda la ciudad, otras en cambio son muy características por las zonas de restaurantes, tiendas y lugares de ocio.

Este enorme "globo" se encuentra a la entrada de la calle que lleva hasta uno de los templos de Asakusa

Este enorme "globo" se encuentra a la entrada de la calle que lleva hasta uno de los templos de Asakusa

El día en Tokyo da para mucho si se empieza temprano. La red de metro te lleva hasta donde quieras y en la calle normalmente hay muchos mapas que te indican dónde te encuentras y dónde están las principales vistas. Estos mapas son a veces complicados de entender, ya que no tienen la misma orientación, sino que están orientados de una forma distinta cada vez. Esto a veces puede resultar molesto y llevar a errores en cuanto a direcciones, siempre es aconsejable llevar un mapa de la ciudad propio con orientación norte-sur bien clara, aunque al ser la ciudad tan grande, normalmente los mapas vienen por zonas y éstos tampoco abarcan mucho terreno, aunque sí los lugares principales. En alguna ocasión nos equivocamos por estos mapas callejeros y comenzamos a andar en la dirección contraria a donde queríamos ir. Suerte que si preguntas la gente, aunque no hable mucho inglés, siempre intenta ayudarte e incluso te acompaña a dónde vayas.

Asakusa

Asakusa

En los días que pasamos solos en Tokyo estuvimos recorriendo distintas zonas que nos habían aconsejado y que son más conocidas por sus lugares turísticos. Así fuimos a Asakusa, que es el lugar ideal para comprar recuerdos de Japón y visitar un gran templo. También estuvimos en Shinyuku, una zona muy animada y llena de tiendas y restaurantes, y por supuesto en Shibuya, donde se encuentra el famoso cruce más transitado del mundo por peatones, un lugar muy característico y que es una imagen que muchos hemos visto con anterioridad pero que no sabemos ubicar. En Shibuya, además de mucha, mucha gente, hay una zona comercial y de restaurantes bastante grande, donde te puedes perder por las calles llenas de neones de todo tipo y donde elegir un restaurante es difícil por la variedad existente. Aquí también está una de las estaciones de tren más transitadas del mundo (sino lo que más) donde, según dicen ya que yo no lo pude ver, en las horas puntas hay personas que se dedican a empujar a la gente dentro de los vagones para que aprovechen todo el espacio… debe ser una experiencia bastante horrible, sinceramente.

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Entre cafeterías tipo Starbucks, restaurantes de comida típica del lugar, templos, alguna que otra pagoda, jardines japoneses, tiendas de manga y de artículos de todo tipo y de todos los personajes conocidos de dibujos animados, salas de juego y un largo etcétera disfrutamos los días previos a la boda. Días de mucho caminar e intentar mezclarnos dentro de lo posible con la gente y la cultura japonesas.

Publicado agosto 18, 2011 por D.Ferrer en Japón

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Explorando la gastronomía japonesa   Leave a comment

Aquí estamos peleándonos con un "corazón" de arroz a la parrilla

Aquí estamos peleándonos con un "corazón" de arroz a la parrilla

Entre las mejores cosas de Japón no podía faltar la comida. Este es un país donde probar cosas nuevas para los españoles es muy fácil. Casi en cualquier restaurante se encuentras platos que es imposible imaginar en Europa. Además existe una enorme variedad de tipos de restaurantes, que generalmente están solo especializados en un tipo de comida, es decir, que si un restaurante es de ramen (sopa de tallarines) es difícil encontrar otra cosa; si por el contrario quieres comer sushi, probablemente no podrás elegir otra cosa allá donde vayas. Los sitios son especializados y la comida está, al menos allá donde fui yo, estupenda.

Segunda cena en Tokyo... con la hornilla en el centro. ¡Qué aproveche!

Segunda cena en Tokyo... con la hornilla en el centro. ¡Qué aproveche!

No fue hasta la tercera o cuarta noche en la zona de Shinjuku, una de las más concurridas de Tokyo, cuando por fin encontramos un lugar de sushi que nos gustó a ambos y en el que nos decidimos a entrar. Antes habíamos probado diversas cosas. La primera noche fuimos a comer Teriyaki, que es de lo que más abunda, cenamos maravillosamente mientras veíamos a nuestro enorme cocinero manejar los pinchitos de pollo y calamar sobre las brasas, todo un espectáculo. La comida: también espectacular. Incluso la cerveza Malt que probamos me gustó, y eso que me habían dicho que las cervezas japonesas no estaban muy ricas… Además de Teriyaki comimos en un restaurante de comida china, donde abundan los platos de cerdo y casi siempre con huevo. Por supuesto no faltan en los platos o arroz o tallarines, aunque casi creo que tallarines más frecuentemente que el arroz.

Y como decía antes, no fue hasta la tercera noche cuando probamos el sushi en la verdadera Japón. Después de mucho mirar (hacia arriba, porque los restaurantes en Tokyo hay que mirarlos en las plantas superiores de los edificios y no siempre en los bajos del mismo) nos decidimos por un el típico restaurante en el que los platos de sushi están girando delante de ti sobre una cinta, donde puedes ver cada cosa, coger lo que te apetezca y pedirle al cocinero, que está en el centro de una barra circular, que te prepare alguno que no veas en la cinta. Había probado muchas veces sushi, pero no tan rico y en un clima tan auténtico como este. Tanto los cocineros como las camareras fueron simpatiquísimos con nosotros, no tuvimos problema en nada, cenamos de maravilla, probando casi todo y repitiendo lo que más nos gustó, y además fue barato. Fue todo un éxito.

Comienza el sushi

Comienza el sushi

Hay varios tópicos que el viaje a Tokyo me ha hecho cambiar sobre Japón. Primero no creo que sea una ciudad cara. Al compararla con otras capitales pienso que Tokyo es barata. Cualquier capital europea o de Norteamérica es más cara en cuanto a hoteles, restaurantes, transportes… y dudo mucho que la oferta sea tan amplia como la de la capital nipona. El precio del almuerzo es casi ridículo, pudiendo llegar a 4 o 5 euros por persona en cualquier restaurante, no de comida rápida, y con productos frescos. La cena es algo más cara, pero eligiendo bien se puede comer perfectamente por 15 o 20 euros por persona. El sushi puede ser caro, simplemente hay que saber elegir los sitios, puede haber bastante diferencia entre las zonas más cercanas a lugares turísticos y las que no son tan turísticas. En general se pueden encontrar lugares en los que un plato de los que giran en la cinta cuesta entre 120 y 150 yenes, esto es, algo más de un euro por plato; Yo creo que con 10 o 12 platos cualquiera puede hartarse de sushi… (aunque he de decir que nosotros abusamos un poco más).

Y nuestro cocinero

Y nuestro cocinero

Por otro lado en Tokyo abundan los lugares de comida rápida, en ese sentido se diferencia muy poco de una ciudad como Nueva York, con Mcdonals en casi cada esquina, aunque de lo que más se encuentran son las cafeterías tipo «starbucks», en concreto esta cadena debe tener decenas de cafeterías porque en cada zona se pueden encontrar siempre varias… y siempre están casi llenas… no sé cómo se las apañan. En fin, que no falta de nada en las calles de Tokyo.

Otra de las noches decidimos aventurarnos a un restaurante situado en un sótano. La experiencia estuvo genial, era un lugar en el que, por supuesto, hay que dejar los zapatos en la puerta (esto es muy frecuente) y vas descalzo hasta tu mesa, que está situada casi a la altura del suelo, solo que hay un hueco debajo para meter las piernas (para mí, que mido casi dos metros, el sistema resulta un poco fastidioso…) Aquí pedimos los platos que más nos gustaron en la carta, que por suerte venía con fotos porque no tenían en inglés, y la verdad es que todo estaba muy rico. El plato más especial fue una cazuela con pollo y verduras en la que todo venía crudo. En el centro de la mesa había una hornilla eléctrica y nosotros mismos debíamos cocinar el plato a nuestro gusto. Todo, por suerte, salió genial y nos encantó.

Y al final de la cena... ¡¡solo quedan los platos!! Vaya comilona

Y al final de la cena... ¡¡solo quedan los platos!! Vaya comilona

Publicado agosto 6, 2011 por D.Ferrer en Japón

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Japón, tierra de… ¡¡japoneses!!   Leave a comment

Templo en Ueno

Templo en Ueno

Y por fin llegó el viaje a Japón, un viaje que llevaba esperando desde hace ya algún tiempo y en el que he vivido muchas experiencias interesantes. Oriente es una asignatura pendiente de mis viajes, solo he estado en Taiwán una vez, y tengo muchas ganas de visitar otros países como Tailandia o China, y en esta pasada semana he tenido la oportunidad de visitar Japón, más concretamente Tokyo, Yokohama y Kamakura. En estos tres lugares he pasado una semana de turismo y visita a amigos de las más completas que recuerdo, comparables solo con otras semanas en Roma o Nueva York el año pasado, cada una con sus particularidades y momentos especiales.

Un brindis por el reencuentro

Un brindis por el reencuentro

Ni las dudas por el famoso terremoto y posterior tsunami, ni la posterior radiación en la zona de Fukushima, ni las 11 horas de vuelo desde Amsterdam, ni siquiera el calor y la humedad del verano japoneses han podido frenar las ganas e ilusión de visitar a amigos y de conocer una cultura que respeto y que me parece envidiable en algunos aspectos, aunque no en otros.

Llegamos a Tokyo tras, como ya digo, 11 horas de vuelo con KLM desde Amsterdam, que se pasaron entre sueñecitos cortos y películas… por suerte íbamos bien informados de cómo movernos por allí y cogimos muy rápido el tren Skyliner que nos llevó en apenas 40 minutos al centro de Tokyo. Ya este tren me pareció impresionante, super moderno (está recién estrenado), rápido, puntual y limpio a más no poder… unas características que serían normales el resto de los días en los transportes de Tokyo. Nada más llegar a la estación de Ueno, al norte del centro de la ciudad, ya me di cuenta de que los japoneses son una sociedad que se mueve mucho. En esta estación, que es secundaria, hay como 5 líneas de metro, 3 líneas de tren con el aeropuerto y otras tantas de tren de cercanías, sin contar autobuses y taxis en la puerta. Es espectacular cómo está todo organizado, sin este orden todo sería caótico, pero la verdad es que funciona todo tan bien y cada cosa tiene su sitio tan definido y estructurado que moverse es sencillo, simplemente hay que andar despierto y estar informado.

Lago en Ueno

Este lago está lleno de enormes nenúfares que se aprietan en toda la superficie. El agua está un metro bajo las plantas que aquí se ven, y el lago es enorme.

Como llegamos con ganas y temprano, dejamos las maletas en la estación en alguno de los miles de taquillas de pago que hay en cada una de ellas y nos fuimos a conocer la zona. Ueno no es una de las más conocida pero aún así nos gustó mucho su mezcla de templos tradicionales y modernidad en las calles principales. Ya el primer día llama la atención la cantidad de vida que hay en las calles. Hay miles de restaurantes, repartidos no siempre a pie de calle sino también en las plantas superiores de los edificios, lo que hace que haya que ir mirando en los portales o hacia arriba para saber qué ofrece cada edificio. La gente come y cena en la calle, todo el mundo parece muy ocupado y creo que es cierto lo que se dice de que la sociedad japonesa trabaja mucho y apenas tiene tiempo para otra cosa. La gente come en la calle rápido y por lo que vi solos, después siguen con su día y salen por la noche, a veces muy tarde, se puede ver a gente que parece recién salida de trabajar a las diez u once de la noche. No quiero saber a qué hora empiezan…

Roppongi

Torre de Tokyo, en Roppongi en nuestra primera noche

Tras recorrer Ueno, que fue nuestra primera experiencia en las calles de Tokyo, nos marchamos al hotel a Hanzomon, la zona en la que estaba. Cogimos el metro y allí que fuimos. Tras un descanso merecido y una ducha tuvimos el primer encuentro con nuestra amiga, la que unos días después iba a celebrar su boda, motivo de nuestra visita a Japón. Cenamos con ella y pasamos un estupendo rato recorriendo, esta vez, la zona de Roppongi. Fue una noche estupenda de charla para ponernos al día. Ya muy cansados volvimos al hotel a descansar, llevábamos más de un día despiertos, y costó al principio dormir por el cambio de horario, pero aquél estupendo día en Tokyo mereció con creces la pena.

Publicado agosto 4, 2011 por D.Ferrer en Japón

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